Imagina un agua tan pura y cristalina que invita a nadar, sin el olor penetrante a cloro, sin ojos rojos, sin piel reseca y sin que la ropa se dañe. Esa es la promesa de nuestros sistemas de tratamiento de agua con ozono.
El tratamiento tradicional de piscinas es una batalla constante. El verdadero problema no es solo el cloro, sino sus subproductos tóxicos: las cloraminas y los trihalometanos (THM). Estas sustancias se forman cuando el cloro reacciona con materia orgánica como el sudor, la saliva y las células de la piel. Son los verdaderos culpables de...
Las cloraminas son altamente irritantes para los ojos, la piel y las vías respiratorias, causando molestias constantes a los nadadores.
El cloro y sus derivados eliminan los aceites naturales del cuerpo, dejando la piel y el cabello secos, ásperos y dañados.
Ese olor "a piscina" no es cloro, son cloraminas. Es una señal de que el agua está cargada de subproductos irritantes.
Los químicos agresivos decoloran y destruyen las telas de los trajes de baño, acortando su vida útil.
No es solo cloro; es alguicida, clarificador, floculante... un gasto recurrente que no para de crecer.
Estudios han relacionado la exposición a cloraminas y THM con asma infantil y otros problemas respiratorios. La Dra. Cristina Villanueva incluso advierte sobre su potencial efecto cancerígeno al ser absorbidos por la piel y los pulmones.
El ozono es el desinfectante más potente de la naturaleza, y nosotros lo hemos perfeccionado con tecnología de punta. Al inyectarlo en el sistema de tu piscina, logras una calidad de agua que los químicos por sí solos no pueden igualar.
Destruye el 99.99% de virus, bacterias, hongos, algas y esporas. Es crucialmente efectivo contra patógenos resistentes al cloro como el Cryptosporidium y la Giardia.
El ozono es un potente micro-floculante que agrupa las partículas finas y elimina la materia orgánica. Esto hace que tu filtro las atrape más fácil, dejando el agua increíblemente clara y brillante.
Al destruir la materia orgánica antes de que reaccione con el cloro, el ozono previene la formación de cloraminas y trihalometanos. El resultado es el fin de la irritación en ojos, piel y vías respiratorias.
Reduce el consumo de cloro y otros químicos como alguicidas y fungicidas hasta en un 90%. Además, un agua con menos sales se calienta más rápido, disminuyendo el consumo de energía de tu calentador.
Un agua tratada con ozono mantiene su pH estable, lo que significa menos tiempo midiendo y ajustando niveles químicos.
Fig. 1: La alta capacidad de oxidación del ozono lo convierte en un desinfectante de ambientes altamente eficaz.
¿Cómo Funciona?
El sistema es simple y robusto. Una pequeña parte del agua de retorno se desvía a través de un inyector venturi, que succiona el ozono de nuestro generador y lo mezcla íntimamente con el agua. Esta agua súper ozonizada regresa a la piscina, realizando la desinfección en segundos. El ozono hace su trabajo y luego se convierte de nuevo en oxígeno puro, sin dejar residuos.
El ozono puede utilizarse en cualquier tipo de alberca, sin importar su tamaño o forma. Lo más importante es que el sistema de distribución y recirculación del agua esté funcionando en condiciones óptimas.
Equipos compactos y eficientes diseñados para la salud y el confort de tu familia. Transforma tu piscina en un oasis de agua pura, libre del olor a cloro y de la irritación en ojos y piel. Disfruta la tranquilidad de ofrecer el agua más segura para los tuyos con un sistema de bajo mantenimiento que te regala más tiempo para disfrutar.
Eleva la experiencia de tus huéspedes y socios con agua de calidad premium. Nuestros sistemas robustos en acero inoxidable están diseñados para el trabajo continuo, eliminando el penetrante olor a cloro y reduciendo significativamente tus costos operativos en químicos y mantenimiento. Diferencia tu marca con una alberca que se siente tan limpia y saludable como se ve.
La seguridad sanitaria es la máxima prioridad ante un alto flujo de bañistas. Diseñamos sistemas de ozonización de alta capacidad, capaces de proveer una desinfección industrial potente y confiable que destruye virus y bacterias al instante. Garantiza la calidad del agua y la salud de miles de visitantes, incluso en las horas pico.
Para el rendimiento atlético, la calidad del aire es tan importante como la del agua. Desde 1984, las albercas olímpicas son tratadas con ozono para eliminar las cloraminas que afectan el sistema respiratorio de los nadadores. Nuestros sistemas de alta capacidad garantizan una pureza y transparencia de nivel competitivo, cumpliendo con las exigencias de los centros deportivos más importantes del mundo.
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El ozono reduce la necesidad de cloro hasta en un 90%. En la mayoría de las albercas, especialmente las de gran volumen y uso público, se recomienda mantener un nivel mínimo de cloro residual (0.2 a 1 ppm) como medida de seguridad adicional, ya que el ozono se disipa en unos 20 minutos. Sin embargo, se eliminan por completo los efectos negativos de la alta cloración.
No. A diferencia del manejo diario de productos químicos, nuestros sistemas están diseñados para ser robustos y confiables. El mantenimiento es mínimo y se enfoca en revisiones periódicas para asegurar el óptimo funcionamiento.
Nuestros equipos están fabricados con materiales de la más alta calidad y tienen una vida útil estimada de 10 años o más bajo condiciones adecuadas de operación. El retorno de la inversión, gracias al ahorro en químicos y energía, se observa típicamente entre los 12 y 24 meses.
La piscina de tus sueños está a una llamada de distancia. Deja de gastar en un cóctel de químicos que dañan tu salud y tus instalaciones. Es hora de dar el paso a una tecnología superior, la misma que se utiliza en las competencias olímpicas.
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